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jueves, 13 de febrero de 2020

MOVIMIENTO APOSTOLADO DE LA DIVINA MISERICORDIA -FEBRERO 2020





MOVIMIENTO APOSTOLADO DE LA
DIVINA MISERICORDIA
Retiro del mes de Febrero 2020
No. 173




El mes de Febrero está dedicado particularmente a los enfermos. Por el hecho de que muchos  miembros del apostolado se dedican a  visitar a los enfermos, les entrego aquí una parte, de los puntos más esenciales, de la carta del Papa para el día de los enfermos, para así poner siempre más en práctica esa obra maravillosa de misericordia: dar consuelo a los afligidos, busquemos rezar junto a ellos y hacerles conocer el valor de la oración de la Coronilla y encontrar un modo tal que ellos dediquen su tiempo a la oración;  recibirán así el gran consuelo del Espíritu Santo y se convierten en miembros resplandecientes de la Iglesia, haciendo derramar las gracias sobre ella y sobre el mundo entero. Las personas que se dedican a rezar mucho y a hacer reparación pertenecen al corazón del Cuerpo Místico de Cristo.

En un segundo punto les entrego algunas frases del mensaje de Sor Josefa Menéndez, para que nos llenen de luz y amor.
Después les invito a hacer un viaje conmigo en las partes más difíciles de la Biblia, es decir, a través del libro del Apocalipsis, en su capítulo XVI,  pero con la convicción de que el Espíritu Santo nos dará luces muy especiales para leer todos esos pasajes bíblicos, que son de difícil interpretación por sus muchos signos, símbolos y números, pero con la certidumbre de que Dios se revela a las personas humildes y sencillas: Mt11,25: “Padre, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos”.

También quiero expresar un agradecimiento especial a todas aquellas personas que están difundiendo el rezo de las Coronillas por la paz de nuestras ciudades y por aquellos que son víctimas de las calamidades naturales, especialmente del virus de China, las langostas en África y el fuego en Australia y Amazonia.

I)  Dar alivio a los afligidos
Carta del Papa  Francisco por la jornada del enfermo ( 11 Febrero)

1. Las palabras que pronuncia Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11,28) indican el camino misterioso de la gracia que se revela a los sencillos y que ofrece alivio a quienes están cansados y fatigados. Estas palabras expresan la solidaridad del Hijo del hombre, Jesucristo, ante una humanidad afligida y que sufre. ¡Cuántas personas padecen en el cuerpo y en el espíritu! Jesús dice a todos que acudan a Él, «venid a mí», y les promete alivio y consuelo.

«Cuando Jesús dice esto, tiene ante sus ojos a las personas que encuentra todos los días por los caminos de Galilea: mucha gente sencilla, pobres, enfermos, pecadores, marginados... del peso de la ley del sistema social opresivo... Esta gente lo ha seguido siempre para escuchar su palabra, ¡una palabra que daba esperanza!» (Ángelus, 6 julio 2014).

En la XXVIII Jornada Mundial del Enfermo, Jesús dirige una invitación a los enfermos y a los oprimidos, a los pobres que saben que dependen completamente de Dios y que, heridos por el peso de la prueba, necesitan ser curados. Jesucristo, a quien siente angustia por su propia situación de fragilidad, dolor y debilidad, no impone leyes, sino que ofrece su misericordia, es decir, su persona salvadora. Jesús mira la humanidad herida. Tiene ojos que ven, que se dan cuenta, porque miran profundamente, no corren indiferentes, sino que se detienen y abrazan a todo el hombre, a cada hombre en su condición de salud, sin descartar a nadie, e invita a cada uno a entrar en su vida para experimentar la ternura.

2. ¿Por qué Jesucristo nutre estos sentimientos? Porque él mismo se hizo débil, vivió la experiencia humana del sufrimiento y recibió a su vez consuelo del Padre. Efectivamente, sólo quien vive en primera persona esta experiencia sabrá ser consuelo para otros. Las formas graves de sufrimiento son varias: enfermedades incurables y crónicas, patologías psíquicas, las que necesitan rehabilitación o cuidados paliativos, las diversas discapacidades, las enfermedades de la infancia y de la vejez…

En estas circunstancias, a veces se percibe una carencia de humanidad y, por eso, resulta necesario personalizar el modo de acercarse al enfermo, añadiendo al curar el cuidar, para una recuperación humana integral. Durante la enfermedad, la persona siente que está comprometida no sólo su integridad física, sino también sus dimensiones relacionales, intelectiva, afectiva y espiritual; por eso, además de los tratamientos espera recibir apoyo, solicitud, atención… en definitiva, amor. Por otra parte, junto al enfermo hay una familia que sufre, y a su vez pide consuelo y cercanía….

En esta tarea de procurar alivio a los hermanos enfermos se sitúa el servicio de los agentes sanitarios, médicos, enfermeros, personal sanitario y administrativo, auxiliares y voluntarios que actúan con competencia haciendo sentir la presencia de Cristo, que ofrece consuelo y se hace cargo de la persona enferma curando sus heridas. Sin embargo, ellos son también hombres y mujeres con sus fragilidades y sus enfermedades.

Para ellos valen especialmente estas palabras: «Una vez recibido el alivio y el consuelo de Cristo, estamos llamados a su vez a convertirnos en descanso y consuelo para los hermanos, con actitud mansa y humilde, a imitación del Maestro» (Ángelus, 6 julio 2014).

4. Queridos agentes sanitarios: Cada intervención de diagnóstico, preventiva, terapéutica, de investigación, cada tratamiento o rehabilitación se dirige a la persona enferma, donde el sustantivo “persona” siempre está antes del adjetivo “enferma”. Por lo tanto, que vuestra acción tenga constantemente presente la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible.

En la experiencia del límite y del posible fracaso de la ciencia médica frente a casos clínicos cada vez más problemáticos y a diagnósticos infaustos, estáis llamados a abriros a la dimensión trascendente, que puede daros el sentido pleno de vuestra profesión. Recordemos que la vida es sagrada y pertenece a Dios, por lo tanto, es inviolable y no se puede disponer de ella (cf. Instr. Donum vitae, 5; Carta enc. Evangelium vitae, 29-53).

La vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que surge hasta que termina: lo requieren simultáneamente tanto la razón como la fe en Dios, autor de la vida. En ciertos casos, la objeción de conciencia es para vosotros una elección necesaria para ser coherentes con este “sí” a la vida y a la persona.

En cualquier caso, vuestra profesionalidad, animada por la caridad cristiana, será el mejor servicio al verdadero derecho humano, el derecho a la vida. Aunque a veces no podáis curar al enfermo, sí que podéis siempre cuidar de él con gestos y procedimientos que le den alivio y consuelo….

5. En esta XXVIII Jornada Mundial del Enfermo, pienso en los numerosos hermanos y hermanas que, en todo el mundo, no tienen la posibilidad de acceder a los tratamientos, porque viven en la pobreza. Me dirijo, por lo tanto, a las instituciones sanitarias y a los Gobiernos de todos los países del mundo, a fin de que no desatiendan la justicia social, considerando solamente el aspecto económico.

Deseo que, aunando los principios de solidaridad y subsidiariedad, se coopere para que todos tengan acceso a los cuidados adecuados para la salvaguardia y la recuperación de la salud. Agradezco de corazón a los voluntarios que se ponen al servicio de los enfermos, que suplen en muchos casos carencias estructurales y reflejan, con gestos de ternura y de cercanía, la imagen de Cristo Buen Samaritano.

Encomiendo a la Virgen María, Salud de los enfermos, a todas las personas que están llevando el peso de la enfermedad, así como a sus familias y a los agentes sanitarios. A todos, con afecto, les aseguro mi cercanía en la oración y les imparto de corazón la Bendición Apostólica.

II) Mensajes de Jesús a Sor Josefa Menéndez
Ahora les presento unos mensajes de Jesús a Sor Josefa Menéndez, ya que son reconocidos por la Iglesia y sus escritos se encuentran dentro de los libros indicados por nuestro fundador en la lista sobre la Divina Misericordia, confiada a nuestro Movimiento apostolado de la Divina Misericordia.
Los pocos mensajes que dejaré aquí nos llenan de luz y de paz y nos presentan su rica espiritualidad, muy cercana de la de Santa Faustina.

Josefa Menéndez recibió mensajes dictados por Nuestro Señor Jesucristo en el convento de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, en Les Feuillants, en Poitiers, Francia, entre 1920 y 1923.
 Jesús pidió el 13 de Noviembre de 1923: "deseo que hagan conocer Mis Palabras.  Quiero que el mundo entero Me conozca como Dios de amor, de perdón y de misericordia.  Yo quiero que el mundo lea que deseo perdonar y salvar...  Mis Palabras serán luz y vida para muchísimas almas".

En Sus mensajes, Jesús dice: “Amor busco, amo a las almas y deseo ser correspondido.  Por eso Mi Corazón está herido, porque encuentro frialdad en vez de amor.  Yo soy todo Amor y no deseo más que amor.  ¡Ah!  Si las almas supieran cómo las espero, lleno de misericordia!  Soy el Amor de los amores…  Tengo sed de que las almas se salven…  ¡Que las almas vengan a Mí!...  ¡Que las almas no tengan miedo de Mí!...  ¡Qué las almas tengan confianza en Mí!” El Papa Pío XII (en aquel momento Cardenal Eugenio Pacelli) dio su bendición a la primera edición.

25 de Agosto de 1920: “Déjate en Mis Manos... No Me importan tu pequeñez y tu flaqueza; lo que pido es que Me ames y que lo ofrezcas todo para consolar Mi Corazón. Quiero que sepas cuánto te amo y qué tesoros te reserva Mi amor”.
“Quiero que descanses sin miedo en Mi Corazón. Míralo y verás que ese fuego es capaz de consumir todo lo imperfecto que hay en ti. Abandónate a Mi Corazón y no pienses más que en darme gusto”.
“Quiero que Me lo ofrezcas todo, aún lo más pequeño, para compensar el dolor que Me causan las ofensas de las almas”.
8 de Septiembre de 1920: “Nada temas... No me abandones. ¡Son tantas las almas que huyen de Mí! Déjame, al menos, morar en la tuya y complacerme en ella”.

4 de Octubre de 1920- Jesús muestra Su Corazón herido a Sor Josefa y dice: “Mira en qué estado las almas infieles dejan Mi Corazón... Ignoran el amor que les tengo; por eso Me abandonan. Pero tú, ¿no querrás cumplir Mi Voluntad?”
7 de Noviembre de 1920- Jesús dice a Sor Josefa:"Guarda para Mí solo ese corazón que te he dado, y no busques en todo más que amar. Mi Corazón Se abrasa y arde en deseos de consumir a las almas en el amor".

8 de Noviembre de 1920: “No Me resistas, humíllate, que Yo te buscaré en tu nada para unirte a Mí”.
19 de Noviembre de 1920: "Un solo acto de amor, cuando te sientes desamparada, repara muchas ingratitudes de otras almas. Mi Corazón los cuenta y los recoge como bálsamo precioso".
29 de Noviembre de 1920 : “¿No sabes que Soy el dueño de tu corazón y de todo tu ser?”
26 de Enero de 1921:“El alma que ama desea sufrir, y el sufrimiento aumenta el amor. El amor y el sufrimiento unen el alma estrechamente con Dios hasta hacerla una misma cosa con El”.

6 de Febrero de 1921: “Estas heridas Me las causa el desamor de los hombres que, como locos, corren a su perdición”.
8 de Febrero de 1921: “¡Cuántas almas se condenan! Pero un alma fiel repara y obtiene misericordia para muchas ingratas”.

9 de Febrero de 1921: “El amor que tengo a las almas es tan grande, que no puedo contener la llama de Mi ardiente caridad”.
12 de Febrero de 1921: Sor Josefa escribe: me hallaba ante el Sagrario en oración y empecé a pedir por mi madre y mis hermanas. Me llegué a entristecer por ellas y pensaba lo que haría si estuviese a su lado... Confieso que en aquel momento no contaba bastante con Dios. De pronto se presentó Jesús, con el Corazón abrasado lleno de majestad, y en tono de reprensión me dijo:-tú sola, ¿qué podrías hacer? Y señalándome Su Corazón: -fija Aquí tu mirada.Y se fue.

20 de Febrero de 1921: Durante la Santa Misa, después de la Consagración, Jesús se presenta hermosísimo a Sor Josefa, y le dice: “Dime, Josefa, ¿qué Me vas a ofrecer por las almas que te he confiado? Colócalo en la Llaga de Mi Corazón para que reciba un valor infinito”.

21 de Febrero de 1921: “Te quiero tan olvidada de ti misma y tan abandonada a Mi Voluntad que no te pasaré la más mínima imperfección sin avisarte. Debes tener siempre presente tu nada y Mi Misericordia. Sabré sacar tesoros de tu humildad: no lo olvides”.

24 de Febrero de 1921: “Mañana ofrecerás a Mi Padre todas tus acciones, unidas a la Sangre que derramé en Mi Pasión. Procurarás no perder un momento la presencia Divina, alegrándote, en cuanto te sea posible, de lo que hayas de sufrir. Piensa todo el día en las almas... en los pecadores... Tengo sed... sí, tengo sed de almas”.

24 de Febrero de 1921Jesús dice a Sor Josefa: “El mundo no conoce la Misericordia de Mi Corazón. Quiero valerme de ti para darla a conocer... Te quiero Apóstol de Mi bondad y de Mi Misericordia”.

III) Capítulo 16 del Apocalipsis: Las siete últimas plagas (copas) son derramadas.
Ahora les propongo algo: deseo hacer un pequeño viaje con ustedes en unas partes de la Biblia que son menos conocidas, porque son de difícil interpretación, pero porque son Palabras de Dios escritas bajo la inspiración del Espíritu Santo nos dan siempre diferentes luces y nos ayudan a cumplir la tarea que Jesús nos ha dejado de interpretar las señales de los tiempos.

El capítulo 16 describe estas plagas (llamadas copas aquí — vs. 2-4, 8, 10, 12, 17).
La Copa 1 es derramada sobre la tierra y afecta a la gente que tenía la marca de la bestia y adoraban su imagen.
La Copa 2 es derramada sobre el mar.
La Copa 3 es derramada sobre los ríos.
La Copa 4 es derramada sobre el sol.
La Copa 5 es derramada sobre el trono de la bestia.
La Copa 6 es derramada sobre el Éufrates.
La Copa 7 es derramada en el aire.
¡Ellas reflejan el juicio final de Dios contra el sistema falso, llamado “Babilonia la Grande”

(17,5:y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. – 18,2: 2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

La primera copa es derramada sobre la tierra: “…y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen” (Ap.16,2). Estos individuos pertenecen al gran sistema falso de iglesia–estado. El hecho de que la primera plaga se derrame sobre los hombres que han recibido la marca de la bestia y adoran su imagen (cap. 16:2), sitúa las plagas después del aparecimiento de la imagen y de la colocación de la marca (ver com. cap.13,14-17:

14  Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. 

15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 

16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 

17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. )

Esta Plaga se sitúa después del pregón del tercer ángel, que amonesta contra la bestia y su señal (ver com. cap. 14:9-11

Los seguía un tercer ángel que clamaba a grandes voces: «Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia, 

10 beberá también el vino del furor de Dios, que en la copa de su ira está puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero.

 11 El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su nombre.» )

La segunda plaga es similar a la que sufrieron los egipcios justo antes del éxodo (Éx. 7,14-25). “El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y este se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar” (Ap. 16,3).

Lean ustedes mismos las siguientes tres plagas.
Los ríos y las fuentes se convertirán en sangreel sol se hará tan caliente que quemará a los hombres con fuego. Las tinieblas y el dolor se volverán insoportables. Ahora note el versículo 11. Después de todas esas plagas de Dios, los hombres aún “…blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras”.

No se arrepintieron. En vez de reconocer su culpa, comenzarán a culpar de su desgraciada situación a los que han permanecido fieles y leales a Dios. Con absoluta perversidad se niegan a doblegarse ante la voluntad divina, y demuestran ser lo que realmente son: siervos incondicionales de Satanás . El que se niega a arrepentirse, demuestra que se opone completa y decididamente a Dios.

— ¡y aún así, ellos no entenderán — ni se arrepentirán!
Cristo comparó estos días con el tiempo de Noé: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca” (Mat. 24:37-38).

¿Cómo vio Dios aquel tiempo? “Y vio el Eterno que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Gén. 6:5).

¡Estamos entrando de nuevo a ese tiempo!
La importante sexta plaga
La sexta de estas últimas plagas establece el escenario para la batalla final para resistir a Cristo en Su regreso. Fuerzas de maldad espiritual son liberadas para forzar la destrucción y devastación de los habitantes de la tierra.

Note cómo a estas fuerzas se les permite reunirse: “El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de este se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente” (Apo. 16:12).

El río Éufrates comienza en Turquía y fluye hacia el sur a través de Siria e Irak, alcanzando finalmente al Golfo Pérsico. Dios hará que este río se seque, permitiendo que los “reyes del Oriente” puedan caminar.

"Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones." (Ap.14,14-16).

Y crucen fácilmente hacia la Tierra Santa. Esto es sólo un preludio — la colocación del escenario — de eventos aún más significativos por venir.
El versículo 13 continúa: “Y vi salir de la boca del dragón [el diablo, Apo. 12:9], y de la boca de la bestia [el gobernante civil del tiempo del fin, influenciado por el diablo], y de la boca del falso profeta tres espíritus inmundos en forma de ranas”. En Apocalipsis 17:5, a este sistema se le llama “Babilonia la Grande”.
El versículo 14 dice: “…pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”.

 Estos “espíritus de demonios” son ángeles caídos que siguieron a Lucifer (ahora Satanás) en su insurrección contra el Creador (Isa. 14,12-15¡Cómo has caído del cielo, lucero de la mañana!
Tú, que sometías a las naciones, has caído por tierra.

13 Decías en tu corazón: «Subiré hasta los cielos.
¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de la reunión.[
Tú, que sometías a las naciones, has caído por tierra.

13 Decías en tu corazón: «Subiré hasta los cielos.
¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de la reunión.[a]

14 Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo».

15 ¡Pero has sido arrojado al sepulcro, a lo más profundo de la fosa!”

14 Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo».

15 ¡Pero has sido arrojado al sepulcro, a lo más profundo de la fosa!”

Ez.. 28,12-17: 12 Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jaweh el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 

13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 

14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 

15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 

16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 

17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.

Apo. 12,4:y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra…)
¡Note!.. Este líder será acompañado por un carismático líder religioso, quien ejecutará milagros con el poder del diablo (Apo.

19:20:20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.”

13:11-14: “11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 

12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 

13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres”
Cuando los pueblos de la tierra presencien estos milagros, serán engañados a pensar que este sistema falso es de Dios, ¡Estos dos hombres sin duda estarán poseídos por demonios (16:13) o por el diablo mismo, llevando a este sistema religioso-político-militar hacia la batalla final.

La batalla del gran día del Dios Todopoderoso
El final y seductor Falso Profeta guiará al mundo a adorar a la bestia como Dios (II Tes. 2,3: Que nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición.

Ap. 13,4: y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? (Ap 19,20)
Este engaño será tan grande y tan amplio, que ellos aun engañarán a la humanidad para que peleen contra Cristo en su Segunda Venida :

13 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; 

14 pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. 

15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. 

16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
Los "reyes del oriente" simbolizan las naciones del Oriente; y el Armagedón, el valle literal de Meguidó en el norte de Palestina.

Ap. 17:13-14 13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. 

14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles. 

Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado á beber sangre; pues lo merecen. 

v. 6 - Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen - La razón para el juicio se da aquí: han derramado la sangre de los santos, uno de los crímenes más atroces que el hombre puede cometer (1 Tim. 1:13). El castigo se adecua al crimen; ellos derraman sangre así que deben beber sangre. Esto es similar al código levítico de "vida por vida" (Lev. 24:17-18, ver también Gn. 9:5-6).

Así como Juan usa la expresión "ebrio con la sangre de los santos" en 17:6, indicando que la prostituta había matado a los santos, así acá beber sangre significa que esta gente murió como un justo castigo por asesinar a los santos (Sal. 79, Is. 49:26).

En la plaga de los egipcios todo el agua bebible fue convertida en sangre aun en los baldes de madera y las jarras de piedra (Ex. 7:19). Juan toma esto y lo usa para mostrar que los perseguidores del pueblo de Dios deben ahora beber sangre porque ellos han derramado la sangre de los santos. Los profetas son incluidos por la tradición de persecución de los profetas (Mt. 5:12, 23:37, Lc. 11:49).

Los dos testigos eran profetas y fueron matados (11:7, 10) y en 18:24 dice que en Babilonia "se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra". Nota: "pues lo merecen". Contraste con el Cordero que es digno por Su sangre derramada.

A la séptima plaga (copa) se refiere comúnmente como la Batalla de Armagedón. Este es un nombre inapropiado. Apocalipsis 16:16 registra que ellos son congregados en un “lugar llamado” Armagedón. En este tiempo, la Bestia y el Falso Profeta están obrando fervientemente sus milagros finales para engañar a las masas (16:13).
El versículo 14 revela que el nombre apropiado de esta batalla es “La batalla del gran día del Dios Todopoderoso” —  Esta es la batalla de DIOS.

Considerándolo su más grande amenaza, ellos se unirán, formando una alianza para pelear contra lo que ellos perciben como su enemigo común. Estos hombres estarán enojados. Ellos no se someterán al gobierno de Dios. Ellos pensarán que el verdadero Cristo es realmente el “Anticristo” y “…pelearán contra el Cordero” (Ap. 17:14).
Esta última y decisiva batalla será peleada por ejércitos fuera de Jerusalén (aquellos que se reúnen en Armagedón) ¡contra Cristo y Sus santos!

Un muy grande terremoto final
¡Hay un terremoto final el cual señala que Dios va a la batalla! Este terremoto será el más poderoso de todos los tiempos. Apocalipsis 16:17-18 dice: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”.

Este terremoto cambia la topografía entera de la tierra. Note en el versículo 20: “Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados”. Éste parece completar el proceso iniciado por el terremoto de Apocalipsis 6:12-14, en el cual “toda isla huyó y los montes no fueron hallados”. Este terremoto se menciona en Zacarías 14.

El versículo 4 dice: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur”. Ahí, el versículo 9 dice: “Y el Eterno será Rey sobre toda la tierra…”

Por lo menos tres de los cinco terremotos de Apocalipsis son acompañados por voces, relámpagos y truenos. Estos ocurren en el momento de Apocalipsis 8,5:Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.

 (Al comienzo del Día del Señor), Apocalipsis 11:19: “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.

(al momento del abiertura del cielo), y en el terremoto final de Apocalipsis 16:18 (al final de las siete últimas plagas). (Apocalipsis 6:12 y 11:13 describen los otros dos terremotos)
Para que las voces se oigan en medio de un terremoto, especialmente cuando son acompañadas con relámpagos y truenos, estas voces tienen que ser de ángeles poderosos.

Las siete últimas plagas son parecidas en ciertos aspectos a las diez plagas de Egipto (Ex. 5:1-12, 30).  Ambas son una manifestación de la superioridad de la autoridad y el poder de Dios.  Ambas terminan con la derrota decisiva de los hombres que han preferido desafiar a Dios, y por lo tanto concluyen con la liberación de su pueblo escogido de una situación que de otra manera sería irremediable.  Ambas demuestran la justicia de Dios y dan honra y gloria a su nombre.
Por otra parte, las pruebas del gran tiempo de angustia que acompañará a las siete plagas demostrarán cuál es el carácter de los santos.  También los inducirán a confiar más plenamente en Dios.